Curiosidades de la Catedral de Jaén: el Santo Rostro

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El SANTO ROSTRO , es una imagen de acendrada devoción popular en Jaén, que pretende ser, avalada por antiquísima tradición, uno de los dobleces del lienzo con que Santa Marcela –la popular Verónica– enjugó el rostro de Cristo, cuando abatido por el peso de la Cruz se encaminaba hacia el Calvario.

¿Cómo y cuándo llegó a Jaén la reliquia del SANTO ROSTRO? Esta es la pregunta, que con insistencia se hacen los devotos y estudiosos del tema. Y lamentablemente, aún no contamos con una respuesta firme y contundente.

Sobre el origen de su presencia en Jaén, corren varias versiones.

La primera versión, asegura que fue San Eufrasio, uno de los varones apostólicos y primer evangelizador de estas tierras de Jaén, quién trajo la reliquia. Cualquiera medianamente versado en la historia local, conoce sobradamente las mínimas y escasas noticias que poseemos sobre la estancia de San Eufrasio en Jaén. Y menos aún, pruebas documentales. No hay motivos serios para suponer que el Santo Rostro llegara por este camino. Sólo la tradición oral de las clases populares.

La segunda versión, asegura que la reliquia fue donada a la Catedral de Jaén por el obispo don Nicolás de Biedma (1368-1378) y (1381-1383). Unos, aseguran que el obispo la obtuvo del Papa Gregorio XI (1370-1378), en el año 1376, con motivo del encargo que se le hizo para que visitara y reformara numerosas casas religiosas de los obispados de Sevilla, Córdoba, Badajoz, Plasencia, Cádiz, Coria y Jaén; y en testimonio de gratitudpapal por tan ímprobo trabajo

la tercera versión, que intenta conciliar las anteriores. San Eufrasio trajo a Jaén el Santo Rostro. Con motivo de la invasión musulmana, la reliquia fue escondida. Cuando Fernando III el Santo conquista Jaén en 1246, reaparece la reliquia, que San Fernando se lleva como protectora de su ejército a la conquista de Sevilla, donde habría de quedarse.

El obispo don Nicolás de Biedma, al visitar la diócesis sevillana, con amplios poderes del Papa, recupera la reliquia del Santo Rostro, que devuelve a la Catedral de Jaén.

RECUPERACIÓN DEL STO. ROSTRO.-
Durante la Guerra Civil, las autoridades del bando republicano, utilizaron la Catedral jiennense como prisión. Pero antes de darle ese uso, hizo un expolio de obras de un gran valor artístico. Entre algunas piezas saqueadas, sobresalen la preciosa Custodia, la cual fue robada y fundida; la Cruz de jaspe, etc. La reliquia del Santo Rostro no fue ajena al expolio. Por suerte, una vez acabada la guerra, apareció en un garaje en las afueras de París. El Gobierno, tras largas negociaciones, logró recuperar para la diócesis tan preciado icono. La recuperación del Santo Rostro está fechada en febrero de 1940.

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Folleto de Recuerdo de la recuperación y entrega a la capital del Santo Reino. Marzo. 1940.

REPRESENTACIONES ICONOGRAFICAS.-

00santorostroiconografize1Pocas representaciones iconográficas existen del Santo Rostro con anterioridad a los inicios del siglo XVI. La proliferación que las artes plásticas experimentan con la ola de progreso socioeconómico de los años finales del medievo, motivó una mayor difusión de la estampa, lo que se hace palpable en la divulgación del retrato de la reliquia mayor que guarda la Catedral de Jaén.

Los artistas que trabajan para la diócesis durante el siglo XVI van a tener buen cuidado en representar el Santo Rostro como emblema más significativo de la iglesia del Santo Reino.

Uno de los primeros hombres de arte en llevar fuera de la jurisdicción diocesana la iconografía de la cara de Cristo fue el famoso rejero «Maestro Bartolomé». En una de las primeras obras en la reja que cierra la capilla del obispo don Alonso Suárez, en Fuente de Sauz (Avila), su pueblo natal, colocó sobre sus frisos unos mascarones en chapa repujada del divino rostro.

Otro artista contemporáneo del anterior, el entallador flamenco «Gutierre Gyerero» que labró el coro de la catedral en torno a 1520, esculpió en la silla episcopal la sagrada cara.

Y así, todos cuantos producen para el mecenazgo de estas tierras, o para satisfacer la piedad de un pueblo que tenía a bien el poseer una representación del Santo Rostro que sirviera de apoyatura a su fe, sobre todo en los días que la iglesia dedica prioritariamente a conmemorar los misterios de la Pasión.

Con tales motivos, el comercio de la ciudad ponía en circulación cuadros y estampaciones de la sagrada reliquia. Queda probada la existencia de un mercado dedicado a la venta de reproducciones en pintura al óleo y estampaciones en guadamecíes del Santo Rostro.

Una clientela enfervorizada, que debemos entender proveniente de lugares alejados, incluso extra provinciales, deseosa de trasladar a sus puntos de origen un retrato de la cara divina para conocimiento de aquéllos que no podían contemplarla en directo.

Siendo esto así, hemos de entender que las inmediaciones a la catedral-santuario estarían sembradas de puestos de venta. Hay conocimiento de que espacios anexos al templo eran alquilados con vista a la venta de mercancías, en concreto, en 1535, tomaron uno, unos plateros cordobeses. Nada tiene de particular que otros se ocuparan en exhibir el material icónico que nos interesa, sobre todo en los tiempos claves de Cuaresma y Semana Santa.

Información sustraída de Pasión Jaenera
Autor: Coram_deo

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